La apnea del sueño afecta a las neuronas
( Creces, 2006 )

La apnea del sueño no sólo puede causar afecciones cardiovasculares, sino también puede matar neuronas cerebrales

La apnea del sueño, una condición que se caracteriza por interrupciones respiratorias durante el sueño, incrementa algunos problemas cardíacos (Ronquidos y apnea del sueño), y también afecta las neuronas de una zona cerebral relacionada con el aprendizaje y la memoria. Ello se ha demostrado por investigaciones realizadas en ratas.

Estos hallazgos contribuyen a explicar algunas de las alteraciones cognitivas que afectan a las personas que padecen de apnea del sueño. Pero lo que es más preocupante, es que si se agrega a ello una dieta no saludable, el daño cerebral se incrementa.

Se estima que la apnea del sueño afecta al 2% de los niños, al 4% de las personas de mediana edad y al 10% de los de la tercera edad, siendo incluso más frecuente en los obesos. Los problemas cognitivos que se asocian a este síndrome incluyen la hiperactividad, disminución de la atención y déficit en el aprendizaje. Hasta ahora ello se atribuía sólo al cansancio de una mala noche, pero ahora aparecen evidencias de ser signos de un daño específico en las células nerviosas.

David Gozal, pediatra investigador de la Universidad de Louisville en Kentucky, ha publicado recientemente una serie de trabajos en los que describe el efecto de la reducción del suministro de oxígeno por períodos breves en el cerebro de roedores, en forma similar a lo que se produce en las personas que padecen de apnea del sueño. En ellos describe que la hipoxia mata células cerebrales de la región del hipocampo, el centro clave de la memoria, y que interfiere con el proceso llamado "potenciación de la memoria a largo plazo", considerado crucial para el aprendizaje y la memoria.

Gozal también ha analizado el mecanismo por el cual se daña el tejido nervioso. Según él, la hipoxia intermitente produce moléculas llamadas "radicales libres", que despiertan una respuesta celular de auto destrucción (Las complicaciones del oxígeno). En las ratas sometidas a déficit de oxigeno, inhibiendo ciertas enzimas comprometidas con la respuesta al estrés, se pueden salvar neuronas y prevenir así los déficit del aprendizaje. También en las ratas el efecto preventivo se observa si estas se someten a ejercicios continuos.

Estas son las buenas noticias. Las malas son que las dietas ricas en grasas y carbohidratos refinados, magnifican el efecto deletéreo de la restricción del oxígeno. La dieta sola causa una pequeña alteración del aprendizaje (que se puede detectar en los tests realizados en laberintos) y reduce los niveles de la forma activada de la proteína CREB, que se sabe juega un rol importante en la consolidación de la memoria y sobrevida de las neuronas (Avances en el mecanismo de la memoria), por lo que su determinación es un buen indicador de la salud del hipocampo. El hecho es que sobreponiendo en las ratas la hipoxia intermitente, a una dieta rica en grasas y con carbohidratos no refinados, se incrementan los daños en el aprendizaje y se activa CREB. "Estos dos factores se potencian y producen un mayor desastre en el cerebro", dice Gozal. Si esto se repite en los humanos, es especialmente alarmante, dado que es frecuente la asociación de apnea del sueño y el consumo de dietas no saludables.



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